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Entrando al mágico pueblo
Aquí mostramos cómo es el pueblo en su intimidad, buscando visualizar su pintoresco encanto. Sus calles se mezclan con la perspectiva de cerros y altas montañas que a lo lejos son testigos de su historia. La disposición espacial de Rivadavia se fue adaptando a la geografía: para sus lugareños existe una «Parte baja», una «Parte media» y una «Parte Alta», así como el sector «Costanera Sur» y la «Villa La Paz». También encontramos el «Sector cancha» y, más alejado de todo, el sector de la Escuela Ríos de Elqui, hito que da la bienvenida para los que visitan el valle desde Vicuña. Aquí podemos observar los alrededores rurales del pueblo.
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Los testigos de la historia: Los cerros
Ellos, erguidos desde miles de años, han visto como la naturaleza y el ser humano ha prosperado en esta zona. Resaltan a la vista cuando uno visita por primera vez Rivadavia. Ellos encajonan el valle, encauzando los ríos, dejando planicies para la agricultura. Ellos permiten a los aventureros un buen recorrido en busca de una buena toma fotográfica. Ellos albergan rastros de culturas ancestrales. Moldeados por millones de años, solo somos un segundo en su estoica existencia. Ellos son los señores de estas tierras donde, al final del día, nos dicen cuando llega la noche.
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Entre parrones, uvas y pasas
Así es, el paisaje de Rivadavia y sus alrededores está colmado de parrones con uvas de distintos tipos y cuyo destino es la exportación. Otra parte se destina para producir pisco y vino. Una actividad importante es el secado de uvas en tradicionales «paseros», donde el potente sol del valle convierte el jugoso fruto en un producto seco listo para su consumo. Es aquí donde la actividad económica del sector da sus frutos literalmente. Se necesita mano de obra para amarrar las parras durante su crecida y después para su cosecha. Después de la cosecha, la vid que no sirve ni para exportarla ni para destilarla, se transforma mediante el…
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Turbio y Claro: El nacimiento del Río Elqui
En Rivadavia se unen el Río Claro y el Río Turbio, dando nacimiento a una de las más importantes cuencas de la región: la del Río Elqui, antiguamente llamado Río Coquimbo y, mucho antes, como Amipún. Sobre el Río Turbio pasa un hito patrimonial de Rivadavia: el «Puente Negro» y el actual puente carretero. Después del puente carretero, más adelante se hizo un enorme terraplén para proteger al pueblo de las crecidas del río. Ahora, por el Río Claro, se ve el poco caudal que trae, pero el agua cristalina lo compensa. Aquí podremos ver otro hito natural muy importante: la que la gente del lugar conoce como «Junta de…
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Un monumento a conocer: La Temporera
El trabajo de la uva exige en su periodo de cosecha una ingente cantidad de personas. Un trabajo que se concentra durante la temporada de verano y que atrae a miles de temporeros, trabajadores que desde distintas partes del país llegan a cosechar y embalar en cajas los racimos de uvas.
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Un lugar de encuentro: la placita del pueblo
Ubicada al costado de la ex estación de pasajeros, era el punto clave de reunión cuando el ferrocarril llegaba hasta Rivadavia. Hoy es una hermosa plaza de pequeño tamaño pero muy acogedora, tanto para adultos como para niños.
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Los muros y sus colores
Un hermoso ejemplo del trabajo de mosaicos de Rivadavia puede verse en la calle principal (Calle Camilo Henríquez). Muestra una parte de la historia del pueblo y la naturaleza que lo circunda. Existen dibujos decorando la escalera que da acceso al sector de la cancha de fútbol. En los muros del ex Hotel Galeno, se encuentra un mural que nos muestra a uno de los principales gestores culturales de Rivadavia: Caupolicán Peña Lagos. Al costado de la delegación municipal un hermoso ejemplo de mural ahora describiéndonos cómo era la antigua Iglesia, su estación y la calle principal con su antigua bencinera. Finalizamos esta muestra con el trabajo que se encuentra…
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El patrimonio vivo de Rivadavia: La cestería de Don Demetrio Aguirre Campos
Don Demetrio Aguirre Campos, viviendo ya más de 50 años en Rivadavia, empezó con la artesanía en caña, por motivos más bien prácticos en esa época. Con el tiempo se convirtió en uno de los pocos cultores del arte de la cestería en caña y un maravilloso ejemplo del esfuerzo de la gente de Rivadavia.
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Un rincón escondido: La «Costanera Sur».
Con el apoyo de la Municipalidad, este lugar se ha vuelto un punto oculto del pueblo, pero muy acogedor y cómodo que vale la pena tener en cuenta si de descansar se trata. Mantenido por los vecinos, ayuda al esparcimiento de su gente.
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La Escuela Ríos de Elqui y su internado
La actual «Escuela Ríos de Elqui» es la única de Rivadavia y es la continuación de la reconocida «Escuela de Concentración Fronteriza» o F 71. Más atrás en el tiempo, sus orígenes remontan a una pequeña escuelita ubicada en la entrada del sector que los lugareños conocen como «Los Caracoles», hoy una casa particular. Las dependencias externas del internado datan de 1942, mientras que el edificio interior es de 1997. Este lugar se fue ampliando con nueva infraestructura arriba de la anterior en 1997. El internado funcionó hasta aproximadamente 2004. Después todo quedó abandonado y sufrió las consecuencias del saqueo y el despojo. En 1978 y 1979, el empresario local…
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La pasión de Rivadavia: Cancha del Club de Fútbol «Huracán»
Rivadavia goza del fútbol y en su cancha se enfrenta a los numerosos equipos del valle. Los fines de semana la pasión se desborda y el pueblo se aglomera para alentar los colores de «Huracán» de Rivadavia. Un detalle curioso con los durmientes del antiguo ferrocarril con los que el cerco está construido.
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Un misterioso «callejón»
En Rivadavia existen una serie de pasajes que conectan un lugar y otro. Solo son conocidos por sus habitantes y para el visitante foráneo resultan ser conexiones curiosas y que, a la vez, facilitan una caminata para conocer los rincones. El «Callejón» se encuentra a un costado de la plaza y conecta con varias casas que no tienen mas acceso que este pasillo. ¡Visita nuestra localidad y podrás descubrirlos!