• Lo que quedó del progreso: La Estación de Trenes

    Rivadavia era un sector caracterizado por su agricultura y estancias, donde su gente trabajaba en la uva, el secado de frutas, la producción de quesos, leche, leña, piscos y aguardientes. Todo esto cambió con la llegada del tren en 1886. Sin embargo, esto duraría muy poco debido a las enormes crecidas del Río Elqui durante el invierno de 1888. Se tuvo que esperar aproximadamente 1903 para la nueva inauguración del trazado hasta Rivadavia. Desde esta fecha, lentamente surgieron comercios, hoteles, un telégrafo, un correo y hasta una pequeña bencinera, todo esto gracias a la conexión que generó el tren con Vicuña y La Serena. Hasta su cierre en junio de…

  • Entrando al mágico pueblo

    Aquí mostramos cómo es el pueblo en su intimidad, buscando visualizar su pintoresco encanto. Sus calles se mezclan con la perspectiva de cerros y altas montañas que a lo lejos son testigos de su historia. La disposición espacial de Rivadavia se fue adaptando a la geografía: para sus lugareños existe una «Parte baja», una «Parte media» y una «Parte Alta», así como el sector «Costanera Sur» y la «Villa La Paz». También encontramos el «Sector cancha» y, más alejado de todo, el sector de la Escuela Ríos de Elqui, hito que da la bienvenida para los que visitan el valle desde Vicuña. Aquí podemos observar los alrededores rurales del pueblo.

  • Los testigos de la historia: Los cerros

    Ellos, erguidos desde miles de años, han visto como la naturaleza y el ser humano ha prosperado en esta zona. Resaltan a la vista cuando uno visita por primera vez Rivadavia. Ellos encajonan el valle, encauzando los ríos, dejando planicies para la agricultura. Ellos permiten a los aventureros un buen recorrido en busca de una buena toma fotográfica. Ellos albergan rastros de culturas ancestrales. Moldeados por millones de años, solo somos un segundo en su estoica existencia. Ellos son los señores de estas tierras donde, al final del día, nos dicen cuando llega la noche.

  • Entre parrones, uvas y pasas

    Así es, el paisaje de Rivadavia y sus alrededores está colmado de parrones con uvas de distintos tipos y cuyo destino es la exportación. Otra parte se destina para producir pisco y vino. Una actividad importante es el secado de uvas en tradicionales «paseros», donde el potente sol del valle convierte el jugoso fruto en un producto seco listo para su consumo. Es aquí donde la actividad económica del sector da sus frutos literalmente. Se necesita mano de obra para amarrar las parras durante su crecida y después para su cosecha. Después de la cosecha, la vid que no sirve ni para exportarla ni para destilarla, se transforma mediante el…

  • La antigua ruta hacia Rivadavia

    Con el temor constante a las crecidas de los ríos Turbio y Claro, el antiguo camino hacia Rivadavia (la antigua ruta 41), bordeaba los cerros del lado norte del Valle. Aquí pueden verse imágenes desde el sector de Algarrobal hacia Rivadavia. Desde la altura se aprecia la ruta o «sello» por donde pasaba el ferrocarril y, más abajo lado, la actual Ruta D41. Parrones y más parrones en un hermoso marco de montañas se aprecian en todo el trayecto. Una vez que llega al pueblo de Rivadavia, esta antigua ruta baja hasta llegar al que se conoce como «Puente Negro». Ahora, en vez de bajar al pueblo hasta el puente…

  • Turbio y Claro: El nacimiento del Río Elqui

    En Rivadavia se unen el Río Claro y el Río Turbio, dando nacimiento a una de las más importantes cuencas de la región: la del Río Elqui, antiguamente llamado Río Coquimbo y, mucho antes, como Amipún. Sobre el Río Turbio pasa un hito patrimonial de Rivadavia: el «Puente Negro» y el actual puente carretero. Después del puente carretero, más adelante se hizo un enorme terraplén para proteger al pueblo de las crecidas del río. Ahora, por el Río Claro, se ve el poco caudal que trae, pero el agua cristalina lo compensa. Aquí podremos ver otro hito natural muy importante: la que la gente del lugar conoce como «Junta de…

  • Un monumento a conocer: La Temporera

    El trabajo de la uva exige en su periodo de cosecha una ingente cantidad de personas. Un trabajo que se concentra durante la temporada de verano y que atrae a miles de temporeros, trabajadores que desde distintas partes del país llegan a cosechar y embalar en cajas los racimos de uvas.

  • Un lugar de encuentro: la placita del pueblo

    Ubicada al costado de la ex estación de pasajeros, era el punto clave de reunión cuando el ferrocarril llegaba hasta Rivadavia. Hoy es una hermosa plaza de pequeño tamaño pero muy acogedora, tanto para adultos como para niños.

  • Los muros y sus colores

    Un hermoso ejemplo del trabajo de mosaicos de Rivadavia puede verse en la calle principal (Calle Camilo Henríquez). Muestra una parte de la historia del pueblo y la naturaleza que lo circunda. Existen dibujos decorando la escalera que da acceso al sector de la cancha de fútbol. En los muros del ex Hotel Galeno, se encuentra un mural que nos muestra a uno de los principales gestores culturales de Rivadavia: Caupolicán Peña Lagos. Al costado de la delegación municipal un hermoso ejemplo de mural ahora describiéndonos cómo era la antigua Iglesia, su estación y la calle principal con su antigua bencinera. Finalizamos esta muestra con el trabajo que se encuentra…

  • Los Antiguos Hoteles

    Con la llegada del tren, Rivadavia se llenó de visitantes como nunca y para recibirlos empezaron a surgir los hoteles para hospedarlos. Hoy en día son casas particulares donde algunas apenas resisten el paso del tiempo. Ex Hotel Díaz Ex Hotel de la Familia Galeno Ex Hotel a un costado del negocio de «Don Julio».

  • El «Puente Negro»

    El Puente Negro es todo un símbolo para Rivadavia. No solo conectaba el camino hacia Paihuano, también era un paso obligado para cuando la población comenzó lentamente a trasladarse de una ribera a la otra del río Turbio debido a la destrucción causada por las crecidas de la primera mitad del siglo XX y la llegada del ferrocarril a fines del siglo XIX. Construido hacia 1910 y cuya estructura metálica fue encargada a la compañía alemana Gutehoffnungs, conocida en el mundo por la calidad de sus aleaciones y la instalación de numerosos puentes en América Latina.

  • Un rincón escondido: La «Costanera Sur».

    Con el apoyo de la Municipalidad, este lugar se ha vuelto un punto oculto del pueblo, pero muy acogedor y cómodo que vale la pena tener en cuenta si de descansar se trata. Mantenido por los vecinos, ayuda al esparcimiento de su gente.

  • El Ex Control de Carabineros

    En épocas de arrieros, comerciantes y viajeros, donde los caminos eran solo huellas para caballos y mulares, esta construcción controlaba el tránsito comercial y de personas desde y hacia Paihuano. Recordemos que Rivadavia perteneció administrativamente al Departamento de Paihuano hasta principios de 1980, cuando fue transferida a la Comuna de Vicuña.

  • La Escuela Ríos de Elqui y su internado

    La actual «Escuela Ríos de Elqui» es la única de Rivadavia y es la continuación de la reconocida «Escuela de Concentración Fronteriza» o F 71. Más atrás en el tiempo, sus orígenes remontan a una pequeña escuelita ubicada en la entrada del sector que los lugareños conocen como «Los Caracoles», hoy una casa particular. Las dependencias externas del internado datan de 1942, mientras que el edificio interior es de 1997. Este lugar se fue ampliando con nueva infraestructura arriba de la anterior en 1997. El internado funcionó hasta aproximadamente 2004. Después todo quedó abandonado y sufrió las consecuencias del saqueo y el despojo. En 1978 y 1979, el empresario local…

  • Un lugar de silencio y remembranzas: El Cementerio local

    A los pies de la montaña, se alza el cementerio de Rivadavia que guarda los recuerdos más íntimos de la localidad. También se puede apreciar una bellísima vista hacia el valle del Río Claro. Sus tumbas más antiguas datan de principios del siglo XX, acogiendo los restos de los hijos de Rivadavia.

  • La «Casa Rosada»

    La Casa Rosada era una antigua pulpería del pueblo, en los tiempos de las grandes haciendas y estancias. Data de fines del siglo XIX y es un hito constructivo de la arquitectura hacendal de esa época. Muy cerca de ella, estaba la bellísima iglesia del pueblo, demolida hace pocos años. Al frente de la Casa, hay una amplia explanada en la que se seca al sol la uva que se convertirá en dulces pasas.

  • La «Casona Antigua»

    Antes de llegar al «Puente Negro», encontramos esta enorme casona, que ha mediados del siglo pasado vio funcionar una pequeña destilería y una venta de huevos. Sus paredes guardan el pasado agrícola del pueblo.

  • La casa patronal y la ex pisquera en el Fundo Edina

    Atrás de la servicentro Petrobras, subiendo por un pequeño pasaje de tierra, nos encontramos con los vestigios de lo que fue una de las principales marcas pisqueras del Valle del Elqui: el Pisco Hernández, 3 veces premiado internacionalmente y reconocido por su buen sabor y dorado color.

  • Casona del Fundo «Casa Grande»

    Es una de las construcciones más antiguas de Rivadavia aún en pie y conservada por sus dueños. Se encuentra emplazada en el lado sur y su entrada daba con una plaza hoy desaparecida. Es un bello ejemplo del pasado hacendal del pueblo y de su tradición campesina.